El Presidente del Ecuador, Rafael Correa anunció en 2007,
ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el compromiso del país para
mantener indefinidamente inexplotadas las reservas de 846 millones de barriles
de petróleo en el campo ITT (Ishpingo- Tiputini-Tambococha), equivalentes al 20%
de las reservas del país, localizadas en el Parque Nacional Yasuní en la
Amazonía ecuatoriana.
A cambio, el Presidente propuso que la comunidad internacional
contribuya financieramente con al menos 3.600 millones de dólares, equivalentes
al 50% de los recursos que percibiría el estado en caso de optar por la
explotación petrolera.
De esta forma se crea un fondo de capital administrado por el PNUD, con la participación del Estado, la sociedad civil ecuatoriana y representantes de los contribuyentes.
Esta Iniciativa permitirá evitar la emisión de 407 millones de toneladas de CO2, el principal gas que provoca el cambio climático. Esta reducción es mayor a las emisiones anuales de países como Brasil o Francia.
El Parque Nacional Yasuní es la reserva más importante de biodiversidad en el planeta y alberga los dos pueblos en aislamiento voluntario del Ecuador, los Tagaeri y los Taromenan.
El 15 de agosto de 2013, el gobierno de Rafael Correa dio por terminada la Iniciativa y señaló el inicio de la explotación petrolera en la zona. El presidente anunció que un 0.1% del parque nacional se usará para la extracción petrolera es decir 10 km² (1000 ha), lo que se estima generará alrededor de 18.000 USD (600 millones de dólares anuales durante 30 años).